IZMIR 19 de marzo
de 2023
Como
prácticamente todos los días para las 8,30h ya estábamos levantados. Ha sido
una noche tranquila y aunque en el hotel de al lado había una boda antes de las
12h de la noche no se oía nada de nada.
Hemos
desayunado y enseguida hemos recogido todo y hemos tenido que esperar para que
vendría el dueño para pagarle. No quieren oír de tarjetas de crédito y si
pueden lo quieren todo en metálico. Ayer le contamos que como era fiesta había problemas
para sacar dinero y no le quedó otra que aceptar. Pero hoy no estaba él sino su
padre que ha intentado cobrarnos en metálico ya que decía que el jefe no estaba
y que no se podía pagar con tarjeta. Al final ha venido el jefe y resulta que
es su hijo. Hemos pagado y hemos salido dirección a Izmir.
Teníamos
unas coordenadas de un parking vigilado, pero Okan nos ha enviado unas de un
Camping-Garden. Es un sitio también donde celebran bodas como en Bergama. El
recorrido ha sido tranquilo y en menos de 1,30h estábamos en el camping. Como
la mayoría es un poco desastre, pero ya estamos acostumbrados y no nos llama la
atención.
Hemos
aparcado y enseguida nos hemos preparado para ir a Izmir. La dueña nos ha
explicado que lo mejor es un taxi. Es lo más rápido y lo más barato.
Hemos llegado
en diez minutos hasta la Torre del Reloj que ha sido la referencia para el
taxista. Menudo viaje nos ha dado. Todo estaba mal. Todos conducen mal, hasta a
discutido con un coche de la policía porque se ha puesto en una zona que no era
su carril.
La Torre del reloj está situada en la plaza de Conan Meydani y es el símbolo de Izmir. Fue construida con estilo Morisco regalo de Guillermo II a la ciudad. Enfrente se encuentra el Ayuntamiento.
Enseguida hemos entrado en la zona cercana al Bazar que hoy al ser domingo estaba cerrado. Todas las calles son “una tienda”. Todo mezclado desde ropa, bares, chuches, fruta, verdura, pescado…etc. Nosotros en la gloria. Como siempre algo ha caído.
Hemos seguido las “callejuelas” en busca del Ágora de Izmir.
Al llegar al Ágora nos hemos dado cuenta que la entrada ya no es por el mismo sitio de antes sino por la parte posterior. Hemos entrado y parece que todo sigue igual.
Hemos comenzado el recorrido es un museo al aire libre ubicado al lado del Bazar Kemeralti.
Dentro había una Basílica, columnas de mármol y arcos antiguos.
Han recortado mucho el recorrido y está peores condiciones que cuando lo vimos hace 3 años.
Hemos salido de nuevo a las “callejuelas” ya que queríamos comer en algún sitio cercano para luego seguir la visita. Nos hemos comido un kebab cada uno. Estaba bueno, pero con agua pierde la “cosa”.
En donde
hemos comido no había té así que nos hemos sentado un poco más adelante en un
sitio que ya conocíamos.
A la mañana nos ha llamado la atención un puesto de pescado que había cerca.
Al salir a la
plaza hemos visto el tranvía y nos hemos acercado a mirar como podíamos
subirnos para volver a “casita”. Una joven con un chaleco de información nos ha
explicado que con la propia tarjeta de crédito y al colocarla en la máquina de
billetes la leería y nos daría el billete. Así lo hemos hecho y enseguida nos
hemos subido al tranvía. Nos tenemos que bajar en la última parada. Ha sido
bastante largo además de ir de pie.
Al llegar al final nos hemos bajado, pero no hemos acertado a coger el camino de vuelta así que hemos preguntado y nadie sabía. Un señor ha parado a un microbús y me ha hecho subir para preguntar al chófer. Nos hemos subido sin saber dónde nos llevaba.
El chófer no tenía ni idea y ha comenzado a preguntar con un talkie. No decía nada más que “money”. Alguien le ha dicho dónde era y nos ha dicho que le pagásemos que el nos decía donde nos teníamos que bajar. Ha comenzado el cachondeo porque Joan ha entendido que nos teníamos que bajar en una parada que ha hecho. Todo el autobús pero sobre todo una señora de pelo blanco han gritado “que nooooo”. No hemos bajado pero el chófer insistía en el dinero. Le había dado 20 liras y pedía más. Una señora me ha explicado que eran 40 liras.
En la siguiente parada íbamos a bajar y otra vez todo el mundo “que noooo”, el cachondeo ha sido tremendo. Todos se reían y nos preguntaban de dónde éramos. Se lo hemos explicado y ha habido una señora que nos ha hablado en castellano. En cada parada decían lo mismo, “que noooo” hasta que nos hemos bajado y todo el mundo diciéndonos adiós
Ha sido un momento muy bonito por las risas de toda la gente. Somos capaces de hacer reír a un microbús lleno de gente.
Todavía
quedaba un buen rato andando así que mañana iremos en taxi y a la vuelta también.
Vamos a cenar que ya es hora y mañana ya veremos.
Agur eta
ondo lo<
Comentarios
Publicar un comentario